Casi el 10% de los médicos vascos son víctimas de agresiones
Según los resultados de una encuesta representativa realizada por el Consejo de Médicos de esta comunidad autónoma. La mayoría no denuncian los episodios de violencia.
Casi el 10% de los médicos del País Vasco reconoce haber sufrido algún tipo de agresión durante el ejercicio de la profesión, según los resultados de una encuesta realizada por el Consejo de Médicos del País Vasco (CMPV) en la que han sido entrevistados más de 1.000 facultativos de los 13.060 colegiados que hay en esta comunidad autónoma.
En concreto, de los médicos que reconocen haber sufrido alguna agresión, el 57,6% son mujeres frente al 42,4% de hombres, y por provincias, Álava y Vizcaya son los lugares donde existe un mayor porcentaje de profesionales mujeres agredidas con un 61,2% y un 59,9%, respectivamente. Por su parte en Guipúzcoa no hay apenas diferencia entre ambos sexos.
Los médicos que sufren más agresiones son los de Atención Primaria, hasta en un 43,7% de los casos. A continuación les siguen, en menor proporción, los profesionales de especialidades como Psiquiatría (5,8%) y Urgencias (4,9%). En el 66% de los casos el agresor suele ser el propio paciente, mientras que en el 30,8% la agresión la protagoniza el acompañante del enfermo.
Esta encuesta revela también que en la mayoría de los casos el principal motivo por el que se produjo una agresión fue el de las diferencias con el facultativo (27,8%), así como motivos administrativos como altas, bajas o emisión de recetas (9,7%). En lo que se refiere a las consecuencias de esa agresión, los resultados de la encuesta concluyen que sólo denuncia el 7,3% de los médicos víctimas de agresiones.
De esta forma, las corporaciones médicas siguen trabajando para que las agresiones a sanitarios sean consideradas como violencia social, contemplando la consideración de delito contra la autoridad, tanto si se producen en el ámbito público como en el privado y para que sean penadas con los mismos criterios en todas las comunidades autónomas.
Por otro lado, desde las organizaciones colegiales de médicos destacan que el hecho de la entrada en vigor, el 1 de julio de 2015, de la reforma del Código Penal que contempla las agresiones a sanitarios que trabajan en el sector público como delito de atentado contra la autoridad, ha sido el logro más importante en la lucha contra este problema, pero es necesario que esto se extienda a los profesionales que trabajan en la sanidad privada, donde se produce un importante número de agresiones.