Conducción eficiente: cuando la calidad, el medio ambiente y la seguridad van de la mano
En la vida cotidiana hacemos diariamente gestos y tareas sencillas que, sin pretenderlo, están contribuyendo a la mejora de la calidad de vida, ya que aportan a la vez beneficios económicos, cuidan el Medio Ambiente y mejoran la Seguridad.
Este es el caso de la Conducción Eficiente (también llamada Conducción Ecológica), que ofrece grandes beneficios tanto para coches privados, como para las empresas en las que su activo más importante sea la flota de vehículos, a través del ahorro de costes, apostando por la seguridad y el confort del conductor y reduciendo las emisiones medioambientales. Un cambio de marcha a tiempo, una revisión periódica de los neumáticos, etc., son sencillas tareas que hacemos sin ningún esfuerzo y que, sin embargo, mejoran nuestra vida y la de los que nos rodea.
Hoy en día todo esto es mucho más fácil gracias a los vehículos modernos, gracias a los que se puede conseguir, incluso, un mayor confort y eficiencia evitando acelerones y frenazos bruscos, manteniendo una velocidad constante y, sobre todo, llevando una conducción tranquila evitando todo tipo de estrés asociado al tráfico.
La conducción eficiente afecta a la seguridad, pues tiene entre sus enseñanzas se encuentra el mantener una distancia de seguridad superior a la habitual y conducir con anticipación y previsión, manteniendo siempre un adecuado campo visual.
Se ha calculado que con la conducción eficiente se puede disminuir entre un 10% y un 25% de combustible evitando, sencillamente, acelerar al arrancar el vehículo, usando las marchas de forma adecuada (cambio a 2.500 rpm en gasolina/GLP y 2.000 rpm en gasóleo) y empleando velocidades constantes.
Con todo ello, el coste en combustible también va ser mucho menor y, a su vez, el derivado del mantenimiento del vehículo, ya que éste se mantendrá en mejores condiciones al estar sometido a un desgaste menor.
Durante la combustión se generan cantidades elevadas de CO2 y vapor de agua que salen por el tubo de escape y que generan problemas importantes de contaminación. Además, los óxidos de carbono y de nitrógeno, hidrocarburos y partículas son importante causa de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
El gasóleo también corroe materiales y ataca a todo tipo de vegetación. La reducción en el consumo de carburante lleva asociado directamente la reducción de emisiones.
Por cada litro de gasolina se emiten a la atmósfera 2,35 Kg de CO2, y el gasóleo emite un 13% más (2,6 Kg). Del mismo modo en el que se reduce el consumo de combustible se reducen las emisiones de CO2.
Por lo tanto, si nos importa el Medio Ambiente y nos preocupa la contaminación, si el ahorro de dinero es una tarea diaria y nuestra seguridad y la de los que nos rodean es prioritaria, ¡apostemos por la conducción eficiente!