El verdadero espíritu del sector ambulanciero
El jueves de la pasada semana todos los que formamos parte del mundo del transporte sanitario nos levantábamos con la triste noticia del fallecimiento del dueño de Ambulancias Martínez, Don Vicente Martínez Martínez. En su caso, un ‘Don’ más que merecido no sólo por todo lo que hizo y consiguió en un sector en el que, en la actualidad, muchos de sus jugadores han olvidado esa vocación de servicio que debe prevalecer y al que él nunca volvió la cara.
Luchador incasable y soñador nato, supo buscar su hueco desde abajo, como hacen los grandes, los que dejan huella. Empezó su andadura con paso lento, con unas pocas ambulancias que rápido le hicieron entender que trasladar pacientes era mucho más que llevar enfermos de un lado para otro. Era, o al menos así lo entendía él, una tarea en la que el paciente debía ser el verdadero punto de atención, al que no se trataba de asistir rápido, sino de la mejor manera posible.
Gracias al espíritu inquieto que siempre acompañó al dueño de Ambulancias Martínez –así como a otros hombres de peso en el sector, tales como el Doctor García Ruiz, recientemente también fallecido- hoy contamos en el ámbito del transporte sanitario con un férreo y marcado espíritu asociativo, que trabaja día a día por conseguir dignificar un sector que ha avanzado de manera importante, pero al que aún le queda camino por recorrer. Un sector del que SSG es parte activa y al que nos sentimos profundamente orgullosos de pertenecer. Un sector al que debemos proteger y en el que hemos de ser capaces de sacarle partido a todo lo andado y apostado por empresas que, a pesar de haber empezado de la nada, han sabido echar raíces y convertirse en verdaderas referencias para los que formamos parte de esta vorágine empresarial.
A pesar de que hoy como compañía hemos conseguido ocupar un lugar importante en el ámbito del transporte sanitario, nos sentimos plenamente orgullosos de haber comenzado siendo ‘ambulancieros’ como Don Vicente. Nuestros inicios tampoco fueron fáciles y no nos olvidamos de ello. Todos los que formamos parte de SSG, con independencia del departamento al que pertenezcamos, trabajamos codo con codo por conseguir ofrecer a los pacientes un servicio de calidad, en el que el paciente sea nuestra principal y única preocupación. Afrontamos nuestro trabajo diario como lo hicieron todas esas empresas de transporte sanitario que, un buen día, decidieron ponerse manos a la obra y sentar las bases de un sector que hoy, gracias a la calidad de su servicio, se ha convertido en la ‘joya de la corona’ de la sanidad española. Y es que, en pleno siglo XXI, el transporte sanitario es una prestación estratégica, generadora de empleo y en la que participan casi 400 empresas y cerca de 10.000 vehículos.
El sector del transporte sanitario nunca debería haber abandonado la senda iniciada por nuestros mayores. Un camino que, en ocasiones, lo vemos entorpecido por cuestiones económicas que nos dificultan sobremanera el poder dar el servicio de máxima calidad digno de un sector ampliamente profesionalizado como el que contamos y por el que tenemos la obligación de luchar cada día.
Hombres como Don Vicente siguen siendo necesarios. Pero no sólo como él, sino como tantos otros que se han dejado la piel trabajando en la emergencia extrahospitalaria enseñando, durante horas y horas, a conductores, enfermeros y médicos el verdadero sentido del transporte sanitario.
Un trabajo hecho con cariño del que muchos ya se han olvidado y que, para nosotros, sigue siendo nuestro faro de guía.