¿QUÉ SABEMOS DE LA ERGONOMÍA?
Todos en algún momento hemos oído hablar del término ergonomía, y lo usamos cotidianamente quizás sin saber bien a qué nos referimos. En este artículo daremos a conocer de manera fácil y práctica qué es y qué clasificaciones existen. La ergonomía es el conjunto de conocimientos de carácter multidisciplinar aplicados para la adecuación de los productos, sistemas y entornos artificiales a las necesidades, limitaciones y características de sus usuarios y/o trabajadores, seguridad y bienestar, o también podemos definirlo como la adaptación del puesto de trabajo a las necesidades del trabajador.
Si atendemos a la clasificación podemos encontrarnos:
Ergonomía geométrica: Esta clasificación es quizás la más fácil de identificar, ya que se trata de lo físico. Nos referimos a lo físico cuando hablamos de nuestro espacio de trabajo, sillas, mesas, armarios, etc, con los que habitualmente convivimos en el trabajo. Estos elementos deben concebirse de tal modo que nos resulte cómodo y fácil a la hora de trabajar. Por ejemplo, para trabajos sedentarios como son los de oficina, una silla con cinco apoyos con ruedas, reposabrazos, respaldo y asiento regulable en altura.
Si seguimos la línea de clasificación, podemos encontrar la ergonomía ambiental, menos identificable pero muy presente, ya que la ponemos en práctica cuando adaptamos el termostato de nuestro climatizador a nuestro confort térmico, el ambiente en el que nos encontramos es muy importante para un buen desempeño de la tarea, y podemos aplicarlo tanto al ámbito laboral como al social.
Y, por último, podemos diferenciar la ergonomía temporal. Esta ergonomía es incluso más importante, ya que, como sabemos, «el tiempo es oro» y es nuestro valor más importante.
Así, estudia la relación entre el tiempo de trabajo y el tiempo de descanso del que disponemos. Si disponemos de una buena organización entre ambos campos, evitaremos problemas añadidos como fatiga física y psicológica.
En el día a día de nuestro trabajo buscamos la «ergonomía» de manera mecánica y cotidiana sin percibirlo en acciones tan básicas como la de situar a una mayor altura la pantalla de nuestro ordenador, bajar una persiana o buscar la manera más confortable de realizar cualquier tarea.
Alicia Monge
Área de prevención y Salud Laboral SSG