Primavera, sinónimo de alergia
La primavera es para muchos sinónimo de alergia y una de las más frecuentes es al polen, que tiene su momento álgido en esta estación. En un primer momento podemos pensar que la alergia es una enfermedad poco importante, pero esto no es cierto, ya que dificulta la calidad de vida del que la padece. Por esto es muy importante realizar un estudio alergológico precoz para poner el tratamiento más adecuado.
El principal agente causal de las alergias en primavera es el polen de algunas plantas (aproximadamente un 20% de las personas están sensibilizadas a algún tipo de polen). En concreto, los árboles y las plantas que causan problemas alérgicos durante la primavera son: gramíneas, ciprés, platanero, olivo y artemisa.
En concreto, las gramíneas constituyen una familia muy extensa de hierbas, que se caracterizan por tener tallos huecos con hojas largas y estrechas. Su distribución es cosmopolita, creciendo en casi todas las partes, desde el nivel del mar hasta las zonas montañosas. Pero predominan más en zonas del interior, donde es mayor la cantidad de polen que en zonas de costa, puesto que el aire del mar limpia la atmósfera.
En cuanto a la calidad biológica del aire, cabe destacar que en determinadas ocasiones se hace necesario determinar el grado de calidad del aire, debido a la posible presencia simultánea de uno o más tipos polínicos con capacidad alergógena.
Las modificaciones de las condiciones climáticas habituales registradas en los últimos años, con un aumento general de la temperatura anual y cambios significativos en la distribución y cantidad de las precipitaciones, están incidiendo en un retraso en la floración de algunas hierbas frente a un adelanto de la floración en especies arbóreas primaverales de la región mediterránea. Esta situación provoca un solapamiento de la floración de distintas especies con un alto potencial alergógeno de sus granos de polen.
Por otro lado, algunas de las especies alóctonas introducidas por su interés agronómico y ornamental están encontrando condiciones idóneas para su naturalización, contribuyendo al incremento de la ya elevada carga biológica de la atmósfera. El incremento de porcentaje de población polisensible, es decir, con capacidad de desarrollar síntomas ante un mayor número de alérgenos polínicos, motiva el que la información suministrada incluya el mayor número de parámetros que alteran la calidad del aire respirable y que además de las concentraciones, se realice una valoración lo más precisa posible sobre la Calidad Biológica del Aire (CBA).
¿Qué medidas se pueden adoptar para prevenir los síntomas?
• MANTENGA sus ventanas cerradas por la noche para prevenir que entre el polen en la casa. Si es necesario, use aire acondicionado que limpia, enfría y seca el aire.
• MINIMICE la actividad temprano en la mañana porque generalmente el polen se emite entre las 5-10 a.m.
• MANTENGA las ventanas del automóvil cerradas al viajar.
• PROCURE estar en interiores cuando el recuento de pólenes sea alto.
• TOME vacaciones durante el período de mayor intensidad de la temporada de polen a una zona con menos polen, como la playa o el mar.
• TOME los medicamentos recetados por su médico, de forma regularmente y a la dosis recomendada.
• NO tome más medicamento de lo recomendado con el objeto de disminuir sus síntomas.
• NO corte el césped ni se ponga cerca cuando esté recién cortado; el corte del césped agita el polen.
• NO cuelgue sábanas ni ropa a secar al aire libre. El polen puede acumularse en ellas.
Pollen Diary (Diario de polen)
Es interesante destacar y traer a colación la página web Pollen Diary (Diario de polen), donde las personas con alergia pueden incluir los síntomas diarios y además tienen la posibilidad de realizar una comparación con los niveles de polen en el aire de las principales plantas alergógenas.
«Claves para sobrevivir esta primavera»
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica señala a través de un gráfico algunas indicaciones sobre la alergia al polen.